LA FUERZA DE LA MUJER

11 Abr LA FUERZA DE LA MUJER

PILAR MATURANA: UNA MUJER “PILAR” QUE CONQUISTÓ LA CIUDAD DEL SOL

Madre, esposa, dueña de casa, pequeña empresaria, contadora, pastelera son algunas de las características de Pilar Maturana una mujer que ha sabido romperle la mano al destino a punta de esfuerzo y pasión por la vida.

En la provincia de Marga-Marga, V región, se encuentra la localidad de Quilpué, más conocida como la “Ciudad del Sol” denominada así por su clima templado. En esta hermosa cuenca donde abunda la vegetación y a pocos kilómetros del mar, Pilar, ha construido una hermosa historia de trabajo al mando de su panadería “San Eduardo” llevando el sabor de sus hallullas y tortas a la comunidad quilpuina.

mujer-dos

Historia que partió hace 16 años cuando esta esforzada madre de 4 hijos, junto a su marido comienza a ver como podrían romperle la mano al destino y cambiar de rubro, ya que el negocio de camiones no andaba de buena manera obligando a la familia ver otra alternativa de ingreso “mi marido tenía camiones que se utilizaban para el movimiento de tierra” sin embargo la actividad tenía altos y bajos,  no entregaba la seguridad económica “durante el verano era bueno, pero en invierno bajaba mucho la pega” por ello decidieron vender los camiones y hacer una apuesta arriesgada instalando un almacén en la misma casa, actividad que desconocían por completo pero que estaban dispuestos a realizar con toda la fuerza necesaria y así lograr el sueño de la estabilidad laboral.

Comenzaron con un almacén de abarrotes al poco tiempo después compraron algunas maquinas de una amasandería que había cerrado y que estaban prácticamente como nuevas “partimos con un horno turbo, una revolvedora y sobadora pequeña” cuenta Pilar, quien agrega que no sabían hacer pan y recurrieron a la tecnología para orientarse “ mi marido veía en Internet recetas de pan, la cantidad de ingredientes, quintales, así fuimos aprendiendo”.

Pero la mayor pasión de Pilar son las tortas y ha sido el gran éxito de “Panaderías San Eduardo” , actividad que tampoco conocía,  ya que esta contadora de profesión también tuvo que investigar para dedicarse al rubro pastelero y gracias a la asesoría de Lefersa pudo darle un valor agregado a su negocio “un día llega un vendedor de Lefersa  y me ofrece capacitaciones, me enviaron técnicos y guiaron. Ahí me di cuenta de que había muchos materiales que podía trabajar en la pastelería, así comencé a experimentar con distintas recetas que eran caceras y las trasformé en industriales”.

Con el tiempo contrató una persona sin conocimiento de pastelería y ella misma le enseñó. Condición fundamental de esta panadería, ya que el 80 % de sus maestros son jóvenes que no conocían del rubro pero fueron capacitados por “San Eduardo” de esta manera buscan ir formando nuevos semilleros “aquí la gran mayoría son personas capacitadas por nosotros”.

mujer-uno

“En honor a mi hermano”

La vida de Pilar no ha sido fácil y ha tenido que saber sobrellevar duros momentos, como el experimentado hace años atrás , cuando su hermano con apenas 13 años fallece producto de un infortunado accidente que le quito la vida a – Eduardo-, y remeció a toda la familia. Con emoción y voz quebrantada señala el origen del nombre del negocio fue en honor a su hermano. “Hace un par de años pasamos por una crisis, producto de un administrador que tuvimos que hizo malos movimientos y casi nos cuesta el negocio. Creo que fue Eduardo que me ayudó desde el cielo a salir adelante”.  Pilar ya no tiene administradores externos y junto a su familia han logrado el  éxito de “Panadería San Eduardo” que actualmente cuenta con otra sucursal en Casa Blanca.

Un mujer todo terreno

La energía que tiene Pilar Maturana,  es un claro ejemplo de miles de mujeres de nuestro país que luchan por sacar a su familia adelanta, es la muestra del amor que entregan ellas sin condición. Es el caso de Pilar quien se levanta todos los días muy temprano para abrir su negocio y junto a su marido desempeñan diversas actividades “abrimos a las siente de la mañana y cerramos a las diez de la noche, durante el día nos dividimos las funciones enfocadas al negocio, pero también hay que ir viendo las obligaciones de madre, cuidar a mis hijos, ver almuerzo, la mantención de la casa etc. siempre estoy buscando algo que hacer”, energía que inyecta esta bella madre,  muestra clara que son las mujeres el pilar fundamental de nuestra sociedad.